Ambiciosa

Amalgamated Bank tiene su sede en Nueva York y siempre ha reconocido su papel crucial en la lucha contra la violencia armada. Para evitar que haya tragedias que lamentar, los bancos son responsables de este primer paso: impedir que se pueda acceder al sistema financiero para comprar armas. Del mismo modo que se ha utilizado un algoritmo para rastrear el fraude y el tráfico de personas, se puede usar para detectar e impedir compras recurrentes de armas de fuego, localizar transacciones sospechosas e informar a las autoridades.  

Antes, las compras de armas se registraban como «otras transacciones» y no existía un código mercantil independiente para las tiendas que venden armas y munición. Eso hacía imposible el rastreo para localizar a compradores y vendedores. Amalgamated Bank había intentado solicitar dos veces el MCC pero, lamentablemente, no había tenido éxito. Pero en septiembre de este año, gracias a la perseverancia de la entidad, por fin lograron la aprobación de la Organización Internacional de Normalización. Si tomamos en consideración el compromiso inamovible del banco a la hora de no conceder préstamos a fabricantes o vendedores de armas, distanciándose totalmente de cualquier empresa que participe en la venta de armas, esta solicitud demuestra aún más su determinación, ya que es la primera organización bancaria estadounidense que va a adoptar esta posición. 

Priscilla Sims Brown, presidenta y CEO de Amalgamated Bank, afirma: «Todos debemos asumir nuestro rol a la hora de poner fin a la violencia armada. Como banco, es nuestro derecho y nuestra obligación denunciar el uso del sistema financiero para impulsar la venta de armas en el mercado negro y las ventas asociadas con los tiroteos».